domingo, 26 de abril de 2015

URUGUAY

Oficialmente la República Oriental del Uruguay, es un país de América del Sur, situado en la parte oriental del Cono Sur americano.


Limita al noreste con Brasil — estado de Río Grande del Sur —, al oeste con Argentina — provincias de Entre Ríos y Corrientes— y tiene costas en el océano Atlántico al sureste y sobre el Río de la Plata hacia el sur.


Abarca 176 000 km², siendo el segundo país más pequeño de Sudamérica en cuanto a territorio, después de Surinam.


Según los datos del INE, censo de 2011, la población de Uruguay es de 3,29 millones de habitantes, estando en la décima posición entre los países de América del Sur.


Es una república presidencialista subdividida en 19 departamentos y 89 municipios. La capital y ciudad más poblada del país es Montevideo, con 1,3 millones de habitantes,y cuya área metropolitana alcanza los 1,7 millones, lo que representa el 53% del total nacional.


Es miembro de las Naciones Unidas, del Mercosur, de la OEA, de la UNASUR y del G77, entre otros organismos internacionales.


El actual territorio uruguayo fue conocido en un principio como Banda Oriental —que también incluía parte del actual estado brasileño de Río Grande del Sur—. Tal denominación proviene de su ubicación geográfica, pues se ubica al este —u oriente— del río Uruguay y al norte del Río de la Plata, siendo la tierra más oriental del Virreinato del Río de la Plata.


El 28 de agosto de 1828 se firmó la Convención Preliminar de Paz, en la que se estableció la creación de un estado independiente, aunque sin denominación oficial.


La primera denominación de la actual República Oriental del Uruguay fue «Estado Oriental del Uruguay». Dicha denominación fue dada al país por la primera Constitución promulgada el 28 de junio de 1830 y jurada por el pueblo el 18 de julio del mismo año.


Tiene un clima templado con variaciones de temperatura causadas por los regímenes de los vientos y según las estaciones.


Las lluvias, muy abundantes, se reparten uniformemente a lo largo de todo el año.


Los principales recursos económicos son la agricultura y la ganadería. Los recursos minerales y energéticos son escasos, y las principales industrias son las del papel y el cartón, el cemento y las refinerías de petróleo.

Según las Naciones Unidas, es el país de Latinoamérica con el nivel de alfabetización más alto. Según un estudio de la organización Transparencia Internacional, es el segundo país de Latinoamérica (después de Chile) con menor Índice de Percepción de Corrupción.

Según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), desde el año 1980 es el tercer país de Latinoamérica (después de Argentina y de Chile) con mayor Índice de Desarrollo Humano (IDH) y el 48º en el mundo.


También es el país latinoamericano (junto con Costa Rica) con la distribución de ingresos más equitativa, pues tanto la población más rica como la más pobre representan sólo un 10% de la sociedad, respectivamente.


También es el cuarto país de Latinoamérica (después de CubaCosta Rica y Chile) con la esperanza de vida más alta. En el 2014 era el país de Latinoamérica con el PIB (PPA) per cápita más alto.

La pobreza medido en % de personas pobres alcanza en 2014 el 9,7% .


En tanto la indigencia el 0,3% de la población.


El promedio de ingreso mensual por habitante, a enero de 2015, en Montevideo, es en los hogares: 54.989 $ (2263 U$S), y por persona: 20.364 $ (838 U$S) En el resto del país, hogares: 47.211 $ (1943 U$S), personas: 14.386 $ (592 U$S)-No incluye ingreso por aquinaldo y valor locativo .

Un informe de la revista Reader's Digest lo sitúa dentro de los diez países más verdes del mundo, ocupando la novena posición de una lista que encabezan estados como FinlandiaIslandia y Noruega.

La CorporacióLatinobarómetro, en un estudio realizado en 2008, lo sitúa como el país más pacífico de América Latina. Además, según la revista estadounidense International Living es el mejor de Iberoamérica para vivir.


Según esta misma publicación, se encuentra entre los veinte países más seguros del mundo y también, de acuerdo a la publicación británica The Economist, entre los veinte más democráticos.


¿Qué características tiene el clima en Uruguay?

El clima en Uruguay es templado y húmedo (promedio 17 °C), con veranos cálidos y precipitaciones más o menos homogéneas durante todo el año.


Por su latitud, entre 30ºS y 35ºS, las cuatro estaciones están claramente diferenciadas. Sin embargo existe una diferencia clara entre el norte y el sur del territorio.


La zona situada en el extremo noroeste del país (Artigas, Salto, Rivera) es considerablemente más cálida con una media de entre 18-19 °C y un promedio de precipitaciones de unos 1400 mm anuales (las zona del extremo norte tiene un comportamiento típico "subtropical templado"). El Sur y Este (Montevideo, Maldonado, Rocha, Lavalleja) en cambio son más frescos con una media de alrededor de 16 °C y 1000 mm anuales (estas zonas tienen características más semejantes a las "templadas marítimas").


¿En qué idioma hablan los uruguayos?

El idioma hablado en Uruguay es el español, además en algunas regiones fronterizas se habla el portuñol riverense.

¿Cuál es la religión predominante?

El Estado uruguayo es laico, con absoluta libertad de cultos. La separación Iglesia-Estado fue establecida en la Constitución de 1919.
La religión mayoritaria es el catolicismo, con un 47,1% de adeptos, aunque parte de este porcentaje no son practicantes.
Otras religiones practicadas en Uruguay son la protestante, la hebrea o los sincretismos entre el catolicismo y religiones que cuentan con lugares donde practicar sus respectivos cultos.
¿Fiestas tradicionales?
Canto, payadas, jineteadas, fogones y destrezas camperas son protagonistas en cientos de fiestas tradicionales durante todo el año.

COSTUMBRES:

Tomar un mate

El mate es una infusión cuyo consumo es heredado de los indios guaraníes.


No sólo en Uruguay se toma mate aunque sea el país que proporcionalmente más lo hace. También Paraguay, Argentina, el sur de Brasil y en algunos lugares de Chile y Bolivia.


El mate proviene de una voz quechua “Mati “–calabaza- que es el recipiente donde se vuelca la yerba cuyo nombre científico es es Illex paraguayensi. 


La yerba es estimulante debido al componente de “mateina”. Al mismo tiempo, el alto consumo de agua supone una acción depuradora, y su acción antioxidante es beneficiosa para el organismo.


  Dentro de la yerba se coloca una bombilla a través de la cual se sorbe la infusión.  El mate es portador de los más característicos simbolismos sociales de esta sociedad, alrededor de él se tejen las complicidades, las confesiones, la amistad, y el sentido de iguales entre quienes lo comparten.


El antropólogo Daniel Vidart sostiene que "el mate es una tradición que vence las costumbres aislacionistas del criollo y empareja las clases sociales... y a través de los tiempos, es el mate quien hizo la rueda de amigos, y no la rueda quien trajo al mate". En el mundo, los uruguayos son reconocidos fácilmente porque donde vayan,  llevan abajo del brazo el termo con agua caliente y en la mano el popular mate.

2 Ir al tablado en carnaval

Antes, en los barrios, se hacían los tablados en las calles –sobre todo de Montevideo- una vez que llegaba carnaval. Era una tradición que los vecinos se ubicaran llevando las sillas de su casa a mira los distintos espectáculos que podían dar las murgas, los parodistas, los humoristas o las comparsas. Hoy esos espectáculos barriales se han llevado a grandes espacios abiertos y han tomado un carácter más profesional  que es acompañado por un gran marco de público.
Ir a comer un asado
El asado no sólo cumple una función alimentaria sino que además cumple una función gregaria. “Juntarnos a comer un asadito”  es una propuesta de reencuentro, de amistad , de vamos a pasar un rato agradable. Es muy común en Uruguay que cada casa tenga su parrillero e incluso los edificios son concebidos con áreas comunes que lo incluyen.
La carne, fuente proteica básica de los uruguayos y la principal fuente de divisas de nuestro país.

Jugar al fútbol



EL fútbol es el deporte más popular del Uruguay.

Dos campeonatos mundiales y dos campeonatos olímpicos  de su selección  más algunos logros continentales y mundiales de sus equipos,  hicieron que el fútbol se viva con una inusitada intensidad en nuestro país.

Pero el uruguayo, siendo público e hincha de fútbol, sobre todo es jugador de fútbol. Todos los niños han pasado por equipos infantiles y cada lugar, cada rincón descampado es un espacio para “jugar a la pelota”. Es más, Uruguay es el único país en el mundo que tiene un señalética urbana que indica a los vehículos que circulen con cuidado porque pueden haber niños jugando al fútbol en la calle.

Acampar en Semana de Turismo


Desde que el estado y la iglesia se separaron, la Semana Santa ha adquirido al menos dos nombres más: Semana de Turismo y Semana Ccriolla.

La Semana de Turismo se corresponde con una tradición de camping  que alterna pesca y muchas veces caza debidamente controlada con vacaciones en el interior del país, sobre todo en las termas del litoral uruguayo.

Esta tradición convoca a todas las edades. Al mismo tiempo la semana criolla, da el nombre a las actividades y entretenimientos tradicionalmente vinculados al campo que se llevan a la ciudad. La doma de potros es el espectáculo por excelencia acompañado de festivales de folklore. Más allá de las muchas actividades que se realizan en todo el país, una de sus mayores expresiones se da en el barrio Montevideano del Prado, en el predio de la Asociación Rural.

 Comer tortas fritas cuando llueve



Vaya a saber porqué se vincula la lluvia a la torta frita. Es probable que, en la tradición del campo la imposibilidad de realizar la tareas al aire libre los día de lluvia, los llevara hacia la cocina y una vez allí hacia lo más simple: mezclar harina, grasa, agua tibia y sal. Amasar y freír.


HISTORIA DE URUGUAY

Las raíces del país

Las raíces de la historia de Uruguay comenzaron a ser construidas por su población nativa conocida como charrúas. Los charrúas fueron la población original de Uruguay y fueron las personas que le dieron vida a las primeras características del país, dándole forma a su personalidad futura y estando, de alguna forma, siempre presentes en la cultura Uruguaya.

Los amerindios charrúas fueron los primeros pueblos en habitar el actual Uruguay.
La llegada de los europeos data de 1516, cuando el territorio fue descubierto por el explorador español Juan Díaz de Solís, quien navegó en el río de La Plata. Sin embargo, las tentativas de colonización europea fueron desalentadas largo tiempo por los charrúas.

EL URUGUAY INDIGENA Y ESPAÑOL



El Uruguay anterior a su descubrimiento por los españoles en 1516, estaba poblado por unos pocos millares de indígenas a los que el conquistador europeo llamó charrúas, minuanes, bohanes, guenoas, yaros, chanaes y guaraníes; pueblos que también se extendían por los vecinos Argentina y Brasil.


La macro etnia charrúa, mayoritaria, tenía el nivel cultural de los cazadores superiores; los chanaes practicaban también una agricultura incipiente; los enclaves guaraníes conocían formas algo más avanzadas de la agricultura. Pero todos ellos eran fundamentalmente cazadores, canoeros y pescadores. Algunos escasos restos arqueológicos testimonian la práctica de cerámica decorada así como el tallado de la piedra.


La llegada de los europeos y del ganado vacuno y caballar que estos abandonaron a comienzos del siglo XVII en territorio uruguayo, modificaron el hábitat, la demografía y las costumbres de esos indígenas. Convertidos en diestros jinetes cazadores de vacas, terminaron diezmados por la viruela y la persecución del hombre blanco por cuanto su cultura los torno hostiles a las formas de trabajo que trajo el conquistador español.

Entre 1680 y 1683, disputando la posesión española de la región, los colonos portugueses establecieron varias colonias a orillas del río de La Plata, entre ellas la de Sacramento.


Los españoles continuaron sin embargo su progresión y fundaron la ciudad de Montevideo, en 1726, antes de establecerse sobre la Banda oriental, al este del río Uruguay.


Las rivalidades hispano-portuguesas continuaron en el curso del siglo XVIII, para acabarse en 1777, con el establecimiento de la autoridad española en toda la región, dependiente del virreinato de Buenos Aires.


Sin embargo, en 1810 y 1811, bajo la conducción del general José Gervasio Artigas, revolucionarios uruguayos se unieron a patriotas de Buenos Aires, en revuelta contra España.


Las autoridades españolas fueron entonces expulsadas de Montevideo, en 1814, y un gobierno nacional fue constituido en 1815.


Pero los portugueses de Brasil aprovecharon de la situación y decidieron invadir el territorio. La conquista portuguesa se acabó en 1821, con la anexión de la región bajo el nombre de Provincia Cisplatina.


No obstante, esta dominación no fue aceptada por todos y un grupo de insurgentes, llamados los Treinta y Tres Inmortales comandados por Juan Antonio Lavalleja, reivindicaron nuevamente la independencia de su país en 1825; ayudados por Argentina, combatieron con éxito a los brasileños en una guerra que duró dos años. La independencia de Uruguay fue finalmente reconocida en 1828.

La República Oriental (Uruguay) fue instaurada y una nueva Constitución fue proclamada en 1830. Pero la independencia del país fue rápidamente seguida de tensiones que terminaron en una guerra civil.


Esta se cristalizó alrededor de partidarios del presidente Manuel Oribe y del primer presidente del país, Fructuoso Rivera; los primeros, conservadores, eran llamados "blancos", y los segundos, liberales, "colorados", en razón del color de sus respectivas banderas.


La tradición historiográfica afirma ser el año 1831 aquel en que desaparecieron los charrúas como entidad demográfica de cierto peso, cuando fueron aniquilados por las tropas del primer gobierno republicano del Uruguay independiente, esa destrucción no impidió que la sangre indígena penetrara en capas de cierta importancia de la población campesina del país, en particular guaraní proveniente del territorio que ocuparon las Misiones Jesuíticas.


De cualquier modo, el llamado "exterminio de los indígenas en Salsipuedes" (1831) fundó el mito del Uruguay europeo y blanco que las clases dirigentes del país siempre alimentaron, tanto más cuanto la inmigración transcontinental fue, en efecto, la bases del crecimiento demográfico uruguayo.


La Banda Oriental, designación que los españoles dieron al territorio uruguayo, fue una región de colonización tardía, contemporánea sobre todo de la España de los Borbones en el siglo XVIII.


Se pobló por tres motivos fundamentales: la calidad de su pradera natural combinada con la multiplicación del ganado abandonado por los españoles en sus llanuras; las ventajas de Montevideo como único puerto natural del Río de la Plata; y la condición de territorio fronterizo en permanente disputa entre las coronas de España y Portugal.


Las ciudades y villas tuvieron a menudo su origen en la lucha hispano-portuguesa, por ejemplo el primer establecimiento europeo importante, la Colonia del Sacramento portuguesa en 1680, o el Montevideo español fundado entre 1724 y 1750.


El carácter de frontera móvil del territorio influyó también en su economía - facilitando el contrabando y la burla del monopolio comercial español - y en la sociedad, ambientando en sus pobladores la actividad ecuestre y el oficio de las armas.


La pradera natural y el ganado vacuno y caballar sin dueño ganaron la estancia - predio dedicado a la ganadería y productor de vacunos - y el estanciero, la figura dominante del medio rural.


Hacia 1700-1800 aparecieron los saladeros que convertían a parte de la carne vacuna de esas estancias en tasajo. Este era carne salada, dura y magra, por lo que la consumían al comienzo sólo los esclavos de Cuba y Brasil.


Los saladeros eran una mezcla de estancia e industria asentada en Montevideo. Aunque en 1832 incorporaron la máquina de vapor para producir grasas, la elaboración del tasajo sólo requería la habilidad manual del gaucho enlazador del ganado casi salvaje y la diestra artesania de los peones - hasta 1830 casi todos esclavos negros - cortadores de carne en finas lonjas que luego se salaban y apilaban durante dos o tres días.


Luego se practicaba el secado de la carne salada tendiéndola al sol. Esta industria eran en suma una manufactura.


Por el puerto de Montevideo se comerciaba legalmente con España y Buenos Aires (desde 1779), e ilegalmente con el Brasil portugués y las naves europeas que arribaban "forzosamente" a sus playas.


Esa actividad generó una renta suficiente para mantener tanto a la burocracia española que gobernaba la Banda Oriental, como a los ricos comerciantes que integraban el cuerpo municipal llamado Cabildo, única e imperfecta escuela de gobierno propio a la que "criollos" tenían acceso.


La Banda Oriental formaba parte del Virreinato de Buenos Aires desde su creación en 1776 y una importante zona adyacente lo integraba como Gobernación.


La población - 30.000 habitantes hacia 1800, una tercera parte en Montevideo - estaba dividida tal vez con más claridad en regiones y en razas que en clases.


Montevideo era sede del poder español y de la sociedad jerarquizada en razas y clases.


Comerciantes, prestamistas, estancieros ausentistas y altos funcionarios, formaban una clase alta que todavía olía a los orígenes humildes de sus antepasados canarios, vascos y catalanes.


Pequeños tenderos, pulperos, militares y funcionarios de baja graduación, y artesanos, integraban un esbozo de clase media. Debajo de todos, el tercio de la población era negra y esclava.


El Interior, el medio rural, era el mundo donde todas las distinciones sociales, que existían tendían a desdibujarse o a amalgamarse con otros rasgos de la economía y de la cultura hasta hacerse muy singulares.


Los estancieros latifundistas habían expulsado a anteriores ganaderos más pobres y menos influyentes ante las autoridades españolas. La mayoría de los grandes estancieros no poseían su tierra con títulos de propiedad perfectos.


Muchos sólo habían iniciado el trámite para adquirirla en Buenos Aires y lo habían abandonado, cansados por las demoras de la burocracia borbónica, así como disgustados por su costo que siempre superaba al precio de la tierra.


Otros habían pagado tierras a la corona española dentro de determinados límites. Esas estancias, una vez medidas, resultaban tener una superficie mucho mayor que la abonada. Todos estos hechos tornaron a los estancieros dependientes de las resoluciones del Estado español primero y republicano después.


En ese Interior abundaba la población errante, a veces mestiza. La vida era fácil y el alimento casi único y esencial, la carne era gratuito.


Este hecho se explica porque la producción era infinitamente superior a una demanda reducida al escaso mercado interno y a los limitados mercados externos cubano y brasileño.


La Banda Oriental, con tal vez 6 millones de vacunos y medio millón de yeguarizos, poseía el mayor número de cabezas vacunas y equinas por habitante en el mundo.


El "proletariado" rural - el gaucho- era ecuestre (hasta los mendigos andaban a caballo en Montevideo), y tenían el alimento siempre asegurado. Preguntado uno de los líderes de la Revolución de 1811 acerca de sus medios de vida respondió que "cuando necesitaba una camisa se conchavaba" (empleaba), y si no, "paseaba". Para estos campesinos, el trabajo era una opción, no una necesidad. Los latifundistas observaban con fastidio a una mano de obra independiente, que sólo trabajaba cuando el Estado perseguía de tarde en tarde a los "vagos".


Existían tensiones. La autoridad española impedía a los estancieros la libre venta de sus cueros a los comerciantes ingleses y portugueses, y demasiado a menudo los amenazaba con cobrarles las tierras que detentaban. Así lo hizo, por ejemplo en agosto de 1810, meses antes del estallido de la Revolución por la Independencia en febrero de 1811.


A comerciantes y ganaderos molestaba la sujeción a las autoridades políticas, judiciales y mercantiles (Virrey, Real Audiencia y Tribunal del Consulado), residentes en la vecina, competidora y envidiada ciudad de Buenos Aires.


Los gauchos e indios odiaban todas las medidas que provenían del Cabildo de Montevideo o de su Gobernador en procura de la contención del contrabando, la persecución de los "vagos", o la expulsión de los pequeños terratenientes de las grandes estancias.


Este último punto había generado resentimientos fuertes. Los pioneros ocupaban los campos, sujetaban a rodeo el ganado abandonado y bravío, construían ranchos y corrales, combatían las incursiones de portugueses y la indiada sobre sus tierras. Y cuando la región se tornaba habitable, aparecía el favorito de Gobernadores y Virreyes, o el rico comerciante bonaerense o montevideano que había comprado esas tierras y lograba una orden de expulsión de los pioneros.


Todo el Uruguay se había colonizado así en cuatro o cinco oleadas sucesivas de pioneros que luego habían sido declarados "intrusos" por la autoridad colonial.


Todos estos resentimientos internos y externos (contra España y Buenos Aires), estallaron en 1811, cuando se aflojaron los lazos del control colonial ante la invasión francesa a la metropoli.


Próximo en la historia de Uruguay y siguiendo algunos de sus datos mas relevantes, a comienzos del siglo 16, fuerzas españolas y portuguesas comenzaron a pelear por las tierras uruguayas y mantuvieron a Uruguay bajo sus dominios por mas de dos siglos.


De esta forma, algunos de los puntos, construcciones y aún ciudades históricas principales del país fueron fundadas por portugueses o españoles.


Un ejemplo de esto es la ciudad histórica de Colonia del Sacramento, la cual fue fundada por fuerzas portuguesas en el siglo 19 y la cual es, actualmente, una de las atracciones principales de Uruguay.

La independencia



Un momento muy importante en la historia de Uruguay ocurrió el 25 de Agosto de 1825. En dicha fecha, y tras haber finalmente logrado tener éxito en las luchas contra las fuerzas españolas y portuguesas que habían tomado al país, Uruguay se convirtió en una República independiente. Luego, el 18 de Julio de 1830, un nuevo paso en la historia del país fue dado y la primer Constitución uruguaya fue creada y establecida.


La "gran guerra" entre los dos partidos estalló en 1839 y se prolongó hasta 1851. Seguido a este conglicto interno, Uruguay, aliado a Brasil y Argentina, participaba en una guerra contra Paraguay, a partir de 1865 y hasta 1870.

De 1865 a 1958, fueron los liberales que conservaron el poder en Uruguay. Uno de sus dirigentes, José Batlle y Ordóñez, marcó la historia del país.


El último siglo en la Historia de Uruguay



Durante el último siglo, la historia de Uruguay a atravesado varias transiciones y eventos importantes. Durante comienzos del siglo 20, Uruguay fue próspero y vivió lo que es conocido como un Estado de Bienestar, el cual duró hasta los 1950's, momento en que el país comenzó a perder parte de dicha prosperidad.


En 1973, el gobierno de Uruguay fue tomado por fuerzas militares y el país entró en una dictadura militar muy dura que continuó por 12 años y en la cual la población vivió bajo constante terror y opresión. En 1985, y una vez que la dictadura militar finalmente terminó, los derechos civiles fueron restablecidos y el país comenzó nuevamente a normalizarse, dándole fin a tan angustiante momento en la historia de este país.


Durante 2001 y 2002, Uruguay pasó por otro angustiante momento en el cual el país tuvo que sufrir la peor crisis económica de su historia por la que muchas personas se convirtieron en desempleados, negocios cerraron y la población en general pasó por los momentos más duros en la historia del país. A partir de 2004, la historia de Uruguay comenzó a cambiar nuevamente de forma gradual y parece estar lentamente saliendo de la profunda crisis económica que la ha afectado.


Durante su presidencia, entre 1903 y 1915, instauró un régimen democrático colegiado y fueron puestas en marcha reformas tendientes a promover el progreso económico y social del país.


Uruguay se volvió pronto conocida como una de las naciones más progresistas de América del Sur.


Los años '50 vieron la victoria de Andrés Martínez Trueba, del Partido Colorado.


En 1952, una enmienda constitucional abolió el cargo de presidente y transfirió el poder ejecutivo al Consejo Nacional, un gobierno colegiado de nueve miembros.

En 1958, después de 93 años de gobierno colorado, el Partido blanco ganó las elecciones con una aplastante mayoría. El nuevo gobierno impulsa reformas económicas; sin embargo, debió hacer frente a la agitación popular y a problemas sociales.

Los blancos permanecieron en el poder hasta 1966.


Este año, los dos partidos se pusieron de acuerdo para sostener una medida tendiente a restablecer el sistema presidencial, la cual fue aprobada por referendum, en noviembre.


Esta nueva constitución entró en vigor en febrero de 1967. Al mismo tiempo, las elecciones generales fueron ganadas por los colorados y el general Oscar Daniel Gestido fue elegido presidente.


A la muerte de Gestido, el vicepresidente Jorge Pacheco Areco le sucedió y emprendió una política anti-inflacionista.


Pero la situación económica permanecía crítica; provocó una gran agitación y una organización de guerrilleros llamados los "Tupamaros" intensificó sus ofensivas, en vistas de derrocar el gobierno.

En la elección del 28 de noviembre de 1971, el candidato colorado, Juan María Bordaberry, ganó la presidencia.


Sin embargo, el país era presa de una escalada de violencia, que culminó en abril de 1972, con enfrentamientos entre los Tupamaros y el ejército.


El Congreso declaró entonces el estado de sitio y suspendió las garantías constitucionales. Además, a lo largo de todo el año, las huelgas se multiplicaron, en reacción a la política económica y social rigurosa llevada por el gobierno. La inflación aumentó y la moneda fue devaluada varias veces.

Bordaberry fue destituido en junio de 1976.


Aparicio Méndez fue entonces elegido para la presidencia por un nuevo Consejo de la Nación, compuesto por 25 civiles y 21 oficiales militares.


Las primeras decisiones gubernamentales se orientaron hacia un endurecimiento del poder: privación de derechos políticos y encarcelamientos arbitrarios; las violaciones a los derechos humanos por el ejército fueron endémicas.


Además, el poder militar intentó instituir una nueva constitución, sometida a un referendum en noviembre de 1980, pero fue rechazada.


El 1 de septiembre de 1981, el general Gregorio Álvarez fue instalado en la presidencia de la República, pero chocó con la difícil situación interior.

Progresivamente, los diversos partidos políticos fueron legalizados y se desarrolló una nueva elección presidencial.


Ella resultó en la victoria de Julio María Sanguinetti, miembro del Partido colorado, quien entró en funciones el 1 de marzo de 1985.
Una ley de amnistía, cubriendo todos los miembros del ejército acusados de violaciones a los derechos humanos entre 1973 y 1985, fue votada en diciembre de 1986 y confirmada por referendum, en abril de 1989.


En noviembre del mismo año, Luis Alberto Lacalle del Partido Nacional (o Partido Blanco) fue elegido presidente.

La elección de noviembre de 1994 vio de nuevo la victoria de Julio María Sanguinetti, del Partido colorado. Este se lanzó a una reforma del Estado e intentó volver al país competitivo, en particular frente a sus socios del Mercosur, al cual Uruguay había adherido en el mes de marzo de 1991.

Cómo llegar a Uruguay



Uruguay se ubica en la zona sureste de América del Sur, limitando con Argentina al oeste y con Brasil al este. El país está bien comunicado con sus países vecinos por vía terrestre, aérea y fluvial, por lo que resulta sencillo llegar desde cualquier parte del mundo, sea de forma directa o con conexiones regionales.


Llegar a Uruguay en avión



La principal vía para llegar a Uruguay desde países fuera de la región es por aire. El principal puerto aéreo internacional del país es el Aeropuerto de Carrasco, situado en las afueras de la ciudad de Montevideo, a 20 kilómetros del centro (Ruta 101 km 19,950, teléfono +598 2604 0329). 

El nuevo aeropuerto fue inaugurado en 2009 y es considerado uno de los más modernos y atractivos del mundo.

En el Aeropuerto de Carrasco operan aerolíneas con vuelos nacionales y vuelos directos a destinos de América y Europa. Con el cierre de Pluna (la línea aérea nacional) en 2012, algunos destinos quedaron sin cobertura y desde varios lugares es necesario realizar escalas con los aeropuertos de Buenos Aires o San Pablo.

Además de estos destinos, hay vuelos directos con Córdoba, Rosario, Rio de Janeiro, Brasilia, Curitiba, Campinas, Porto Alegre, Foz de Iguazú, Florianópolis, Santiago de Chile, Asunción, Lima, Panamá, Miami y Madrid. Los vuelos locales conectan Montevideo con Punta del Este y Salto.

Desde el Aeropuerto de Carrasco se tiene fácil acceso al centro Montevideo y los destinos de la costa este, con buses directos hacia ambos puntos. También es posible contratar un transfer, tomar un taxi o alquilar un auto en algunas de las rentadoras localizadas en el aeropuerto (Budget, Multicar y Europcar).

Llegar a Montevideo en barco



La vía fluvial es la más utilizada para llegar a Montevideo desde Buenos Aires, a través del puerto de Colonia del Sacramento, a solo una hora en barco de la capital argentina. 

Las empresas BQB (teléfono 130) y Colonia Express (teléfono en Buenos Aires +54 (11) 4317 4100, teléfono en Montevideo +598 2400 3939) llegan al puerto de Colonia y ofrecen paquetes con traslado en bus hasta Montevideo o Punta del Este.
La empresa Cacciola (teléfono +598 2401 9350) hace el trayecto entre Tigre y Carmelo, con paquetes que completan el tramo Buenos Aires-Montevideo por tierra.

Llegar a Uruguay en bus



La Terminal Tres Cruces de Montevideo (+598 2401 8998) es el principal centro de transporte terrestre del país, con ómnibus de mediana y larga distancia hacia las principales localidades del país y varios destinos regionales. Asunción, Buenos Aires, Córdoba, Rosario, Mendoza, Paraná, Pelotas, Camboriú, Curitiba, Florianópolis, Joinville y Porto Alegre son las ciudades internacionales con conexiones directas a la Terminal Tres Cruces.

Llegar a Uruguay en auto



Desde los países vecinos resulta sencillo llegar en auto a Uruguay, a través de los distintos cruces internacionales. En la frontera con Argentina hay tres cruces sobre el Río Uruguay: Gualeguaychú-Fray Bentos,Paysandú-Colón y Salto-Concordia, todos accesibles desde Buenos Aires por Ruta 14.

Desde el sur de Brasil se puede llegar por frontera terrestre a través del Chuí-Chuy (Ruta BR 471), Jaguarão-Río Branco (Ruta BR 116), Rivera-Santana do Livramento (Ruta BR 158) o Artigas-Quaraí (Ruta BR 158).

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