sábado, 16 de mayo de 2015

ABANDONANDO EL EGO COMIENZAN LOS MILAGROS

"Abandonando el ego
comienzan los milagros"
¿ Trabajas para un jefe insoportable? Te contamos cómo manejar esta relación antes que se convierta en  una pesadilla.


Superiores arrogantes, individualistas, quisquillosos, perfeccionistas, descuidados, desordenados, contradictorios, extremadamente burocráticos... Si tu jefe es uno de ellos no dejes que convierta tu vida laboral en una pesadilla. Conoce las mejores estrategias para hacerle frente.

El misterioso paradigma se encuentra dentro de cada ser humano: el EGO, allí se oculta la semilla hacia la infelicidad de cada persona. En la dinámica de vida de mucha gente se desarrolla un destino donde la premisa fundamental se sostiene en una manera de pensar, actuar y de sentir enfocada en el Deseo, el Yo quiero, Yo Controlo.

El Ego es una creación de nuestra mente que distorsiona considerablemente lo que en realidad somos. La manera como fuimos educados desde nuestra infancia y la convicción de somos perfectos,  tienen mucha responsabilidad en lo que vivenciamos en nuestra vida adulta.

El Ego es ambicioso y egocéntrico, siempre busca atraer la atención, control, posesión, seguridad, y  reconocimiento de todos a su alrededor en pos de una ilusoria felicidad. Busca la pleitesía .

Una vida escrita desde las apariencias, la dominación, el egoísmo insaciable por la acumulación de bienes materiales, éxitos personales o laborales oculta a un individuo débil, dependiente, y carente de dignidad y autoestima.

Al dejarnos dominar por está deformación de nuestra mente, nos condenamos a vivir sordos y ciegos trazando un camino donde lo que se persigue siempre es querer ser importante.

Esto es común en gente que ejerce jefaturas que guiados de su ego se rodean de gente “perrito faldero”. En la cultura quechua era y es muy común escuchar la palabra "llunku” para referirse a la persona que usa la zalamería para buscar algo que no está a su alcance por mérito propio. Denota sumisión ante su ocasional superior para obtener un cargo, una dádiva o un beneficio personal que no lo hubiera logrado de modo recto o legal.

El superior alimenta su ego y los otros se sostienen gracias al alimento que echan a ese ego que los humilla cada vez que puede para crecer más.

Es una vinculación altamente dependiente y hasta enfermiza porque puede derivar en un fanatismo peligroso. .

En el caso de los narcisistas, encontramos a personas que en su interior solo hay negatividad, resentimiento, envidia, celos, frustración… y su forma de gestionarlo es provocando en los demás esa sensación de inferioridad.


En el caso de la persona faldero o perro faldero son los que estan al pendiente de sus jefes, si sube si baja, si va si viene ... Personas sumisas que va siempre detrás del superior, adulándolo con trabajos serviciales, obsequios....etc. . Hablamos de personas que están vacías emocionalmente e intentan llenar ese vacío, denotan personas sumisas y falsas. Estos están en un canje emocional con su superior ..”yo soy tu esclavo pero tu no me despides o soy el segundo al mando ...”...etc 


Este tipo de personas desgastan muchísimo, porque cogen la energía, la ilusión y motivación de otros, porque ellos la carecen. Y toda esa energía al final es malgastada con pensamientos derrotistas.


Estas características a la larga pueden terminar en patología.


Es importante saber reconocer a este tipo de personas, para evitar que sus actitudes nos afecten o simplemente para alejarnos de ellas.


Es importante saber reconocer a este tipo de personas, para evitar que sus actitudes nos afecten o simplemente para alejarnos de ellas. Por desgracia la vida nos impone a estas personas y aparecen donde menos te lo esperas y sin darte cuenta.


Pero, ¿Qué podemos hacer?


Una vez hayamos detectado a estas personas, básicamente tenemos que saber que se las controla quitándoles su poder, esto se hace:


  • Evitándolas
  • Escapando de ellas
  • No permitiéndoles acceso a nuestra intimidad
  • Abstraerse mentalmente de su presencia y comportamientos (cuando se detecta un comportamiento tóxico no hacer caso, no darle importancia, no ofenderse…).


Pero, ¿y qué pasa si nos toca convivir con esa persona?


Veamos algunas técnicas para desarmar a estas personas:


  • Tenemos que evitar al máximo el contacto personal con ellos. Hoy en día con las nuevas tecnología es más complicado, pero tenemos que esforzarnos.
  • La forma de neutralizar a una persona tóxica, es la amabilidad y las actitudes positivas(aunque cueste), si perciben que a pesar de sus continuos ataques nos mantenemos en nuestro sitio y con una actitud positiva frenará esas conductas. Tenemos que tener claro que estas personas prueban nuestros límites y hasta donde estamos dispuestos a ceder, si marcamos unos límites claros que no sean franqueables, los aprenderá.
  • Prepararse mentalmente. Parece una tontería, pero si tú te preparas mentalmente antes de estar con una persona tóxica, evitaras sentirte tan mal, porque sabrás a lo que te expones. Así que fuerza y una gran sonrisa.
  • Di las cosas claras. Se pueden decir las cosas de forma clara y asertiva, es decir, sin herir a nadie. Si explicas con ejemplos o con buenos modales lo que estás dispuesto a aguantar y lo que no, la otra persona no podrá rebatir nada. Recuerda, los límites los pones tú, porque si no, los pondrán los demás.
  • Muchas veces, las personas tóxicas no saben que lo son, así que si no son avisados sobre sus conductas destructivas, acaban contaminando todo el entorno. Por lo tanto, en cuanto detectes a una persona tóxica, hazle saber que no estarás dispuesto a tolerar ciertas cosas. Si lo haces desde un inicio aprenderá tus limites, si te esperas “a que cambie” será tarde…


Si te ha “tocado” soportar a un jefe difícil es normal que te sientas preocupado pues su comportamiento, además de crear un mal ambiente laboral, podría influir negativamente en tu estado emocional o impedirte desarrollar tus objetivos profesionales.


No lo permitas, ni caigas en el error de pensar que el mal carácter de tu jefe tiene que ver contigo.


Existen dos tipos de jefes difíciles:


El jefe difícil, pero profesionalmente bueno. “Hay que tratar de ver lo positivo de este personaje, pues profesionalmente es alguien de quien se puede aprender. El que sea difícil implica que va a ser exigente, lo que mantendrá despierto al empleado y le hará, a su vez, ser exigente consigo mismo.


Conviene pensar que la situación es como un master de aprendizaje en el que adquirirá experiencias válidas para un futuro. La adrenalina es un buen estímulo”.


El jefe difícil que, además, no es bueno profesionalmente. Este sí que es un problema. Probablemente es difícil porque se siente inferior y es consciente de su poca preparación.


Abre tus miras y cambia de actitud


Los buenos jefes, toman decisiones muy acertadas a la hora de formar su equipo. Se rodean de personas competentes y motivadas que requieren de poca dirección o apoyo para salir adelante.


Así, son capaces de delegar sus responsabilidades y su control sin miedo a que sus subordinados les decepcionen.


Un buen jefe al tomar una decisión abandona su ego. Con esto consigue neutralidad y objetividad.


Abandonando el ego comienzan los milagros.

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