sábado, 9 de mayo de 2015

JUANA DE ARCO

(Nació en Domrémy, Francia, un 6 de enero de 1412 - Ruán, id., 1431), Su padre se llamaba Jaime de Arco y era un campesino.. Juana creció en un ámbito rural, en el seno de una familia campesina acomodada y se dice que no aprendió a leer, ni escribir.

Su madre, era una mujer católica muy practicante de su fe y devota particular de la Virgen María, desde temprano en su vida Juana había sentido una profunda fe religiosa y dedicaba tiempo a sus practicas religiosas.
A los trece años, se dice que, empezó a recibir llamados divinos, se dice que esas "voces" que la llamaban eran el Arcángel San Miguel,, a santa Catalina y a santa Margarita y declaró que sus voces la exhortaban a llevar una vida devota y piadosa.
Estas voces le dictaban ordenes en las que debía ser parte de la salvación de su nación, pero debido a su extracción pobre e inculta para la época, al principio ella había comenzado por callar esos llamados.

Primero contó todo esto a sus más cercanos y luego ante la insistencia de sus ruegos, un tío suyo la llevo para que contara estas cosas ante el comandante del ejercito de la ciudad vecina a la de donde ella vivía.

En todo esto alego que era enviada con un mensaje divino, lo cual el comandante tras oírla no le creyó y la devolvió a su poblado.

Sin embargo ante la profetización que esta hizo de una derrota que se dio en Francia, y meses después cuando la joven volvió a presentarse el comandante la envió ante una escolta a que se presentara ante el rey.

La joven tras una serie de "pruebas", Juana de Arco dio confianza al rey al contar cosas secretas muy importantes al rey, según ella solamente guiada por "esas voces que le decían" que debía contar al rey.
Unos años más tarde, se sintió llamada por Dios a una misión que no parecía al alcance de una campesina analfabeta: dirigir el ejército francés, coronar como rey al delfín en Reims y expulsar a los ingleses del país.
Santa y heroína francesa. la infancia de Juana de Arco transcurrió durante el sangriento conflicto enmarcado en la guerra de los Cien Años que enfrentó al delfín Carlos, primogénito de Carlos VI de Francia, con Enrique VI de Inglaterra por el trono francés, y que provocó la ocupación de buena parte del norte de Francia por las tropas inglesas y borgoñonas.
En 1428 viajó hasta Vaucouleurs con la intención de unirse a las tropas del príncipe Carlos, pero fue rechazada.
A los pocos meses, el asedio de Orleans por los ingleses agravó la delicada situación francesa y obligó al delfín a refugiarse en Chinon, localidad a la que acudió Juana, con una escolta facilitada por Roberto de Baudricourt, para informar a Carlos acerca del carácter de su misión.
Éste, no sin haberla hecho examinar por varios teólogos, accedió al fin a confiarle el mando de un ejército de cinco mil hombres.
En Francia las cosas estaban muy mal en el terreno político y geopolítico, se encontraba con una invasión por parte de los Ingleses, solo faltaba que una Ciudad muy importante cayera en manos de los Ingleses, como ser la ciudad de Orleans.
El rey Carlos y su cuerpo de militares, que ya daba por perdida la guerra, en este caso le pidió al rey que le diera el mando de las tropas. Juana es enviada entonces como capitana, Juana manda a hacer una bandera blanca con el nombre de Jesús y de María, y se dirige hacia Orleans. Juana de Arco consiguió derrotar a los ingleses y levantar el cerco de Orleans, el 8 de mayo de 1429.


Por el animo que supo transmitirles la Joven, los soldados lucharon y triunfaron ampliamente sobre los invasores de Francia. Tras liberar Orleans, se dirigieron a otras ciudades y las liberaron también. A continuación, realizó una serie de campañas victoriosas que franquearon al delfín el camino hacia Reims
Después de sus resonantes victorias, obtuvo Santa Juana que el temeroso rey Carlos VII aceptara ser coronado como jefe de toda la nación. Y así se hizo con impresionante solemnidad en la ciudad de Reims. y permitieron su coronación como Carlos VII de Francia (17 de julio de 1429).

Acabado su cometido, Juana de Arco dejó de oír sus voces interiores y pidió permiso para volver a casa, pero ante la insistencia de quienes le pedían que se quedara, continuó combatiendo, primero en el infructuoso ataque contra París de septiembre de 1429. En esta instancia de la guerra por expulsar a los enemigos de territorio francés, era muy importante y estratégico, recuperar París, capital aún en poder de los enemigos.

Hacia allí se dirigió Juana y sus soldados triunfantes. A esta altura de los acontecimientos Carlos VII, envuelto en envidias y componendas con los enemigos, le retira las tropas a Juana de su mando, y Juana es herida en la batalla y cae prisionera de los Borgoñeses el 24 de mayo de 1430.

Para entonces los franceses la habían dejado de lado, más los ingleses estaban profundamente preocupados de su figura, y les interesaba sumamente mantenerla en prisión.
Estos pagaron más de mil monedas de oro a los de Borgoña, estos se la entregaron y la sentenciaron a prisión.
Padeció cárcel y humillaciones, tantas que llego a decir: ""Esta cárcel ha sido para mí un martirio tan cruel, como nunca me había imaginado que pudiera serlo". Resistió con mucha hidalguía y fe la cárcel y mantuvo su postura de que " voces que provenían de Dios" le habían indicado la campaña para salvar a su Nación.

Tras esto sobrevinieron unas inevitables corridas de rumores, intrigas políticas obscuras que querían ensombrecer su figura, llegaban las traiciones, y comenzó el momento de persecución y sufrimiento para ella.

Personas que eran parte de la corte del rey, temerosos que su influencia se menguara y, que la figura de Juana se engrandeciera comenzaron a hacerle la guerra política.

Entregada a los ingleses, Juana de Arco fue trasladada a Ruán y juzgada por un tribunal eclesiástico acusada de brujería, con el argumento de que las voces que le hablaban procedían del diablo, con lo cual se pretendía presentar a Carlos VII como seguidor de una bruja para desprestigiarlo.

En esa época se acusaba de brujería a toda aquella mujer "no conveniente" para el sistema o para alguien del sistema. Así decidieron acusar a Juana de Arco de que esas victorias se habían dado porque ella había ejercido poderes provenientes de brujerías contra las fuerzas enemigas.

Ésta pidió ser llevada ante el Papa, pero no le hicieron llegar su pedido de intervención al Sumo Pontífice.
Su tribunal estuvo claramente compuesto por enemigos políticos y militares y eclesiales de la muchacha. Además su juicio estuvo plagado de irregularidades como no haber tenido defensa justa ante tribunales, algo muy común en la época cuando se trataba de gentes que no pertenencian al Poder.


Tras un proceso inquisitorial de tres meses, fue declarada culpable de herejía y hechicería; Días más tarde, sin embargo,pese a que ella había defendido siempre su inocencia, acabó por retractarse de sus afirmaciones, recusó la abjuración y reafirmó el origen divino de las voces que oía, y ello permitió conmutar la sentencia de muerte inicial por la de cadena perpetua, por lo que, condenada a la hoguera.

Se describió así la muerte dolorosa de Juana: " la amarraron a un poste, la ataron, y la quemaron lentamente, murió rezando mientras miraba un crucifijo, y se encomendaba a Jesucristo e invocaba al Arcángel Miguel" . Arcángel al que le guardaba especial devoción y diciendo tres veces el nombre de Jesús entregó su espíritu.

Era en este momento de muerte de Juana de Arco, fue ejecutada el 30 de mayo de 1431 en la plaza del mercado viejo de Ruán., y tenia apenas 19 años de edad, que terminaron después de una breve pero apasionada vida de honor y entrega en nombre de su fe a su patria. Varias personas retornaban a sus casas luego de este cruel hecho diciendo " hemos mandado a quemar a una santa ".

23 años luego de su muerte, su madre y sus hermanos pidieron reabrir el caso de la muerte de Juana de Arco, y sometieran a revisión todo lo actuado en a que proceso judicial. Y el Papa Callista III, nombre una comisión de Juristas que tras toda la estudiada revisión del caso declararon que este Juicio era a todas luces una clara injusticia.
Tras esto, tarde ya, pero el rey de Francia la declaró inocente, y el Papa Benedictino XV la proclamó santa en 1920, casi cinco siglos después-


Durante unos años, corrió el rumor de que no había muerto quemada en la hoguera, ya que habría sido sustituida por otra muchacha, para casarse posteriormente con Roberto des Armoises.

Considerada una mártir y convertida en el símbolo de la unidad francesa, fue beatificada en 1909 y canonizada en 1920, año en que Francia la proclamó su patrona.

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