domingo, 23 de agosto de 2015

APENDICITIS

Nombre femenino

La apendicitis aguda es una enfermedad inflamatoria infecciosa del apéndice cecal. Es la hinchazón del apéndice, un pequeño saco que se encuentra adherido al intestino grueso.

Como su nombre lo indica, es un apéndice que tiene la parte inicial del intestino grueso, denominada ciego. Al ser una inflamación aguda, el dolor es de rápido inicio. "algunos casos de apendicitis suelen requerir la extirpación del apéndice". Si uno siente molestias hace meses lo más probables es que no sea apendicitis.

Causas

No está claramente demostrado. Se cree que al ser una parte del intestino, el apéndice se tapa con materia fecal y se genera una inflamación producto del sobre crecimiento de bacterias.

La apendicitis es una causa muy común de cirugía de emergencia. El problema generalmente ocurre cuando el apéndice resulta bloqueado por heces, un cuerpo extraño o, en raras ocasiones, por un tumor.

Si la inflamación persiste en el tiempo puede generar una infección y la progresión de la misma llevar a una perforación del apéndice.

Síntomas

Los síntomas de la apendicitis pueden variar. Puede ser difícil diagnosticarla en niños pequeños, ancianos y mujeres en edad fértil.

El primer síntoma a menudo es el dolor alrededor del ombligo. Este dolor inicialmente puede ser leve al principio, pero se vuelve más agudo y grave. Es posible que también se presente inapetencia, náuseas, vómitos y fiebre baja.

El dolor tiende a desplazarse a la parte inferior derecha del abdomen y tiende a concentrarse en un punto directamente sobre el apéndice llamado el punto de McBurney. Esto ocurre con mayor frecuencia de 12 a 14 horas después del comienzo de la enfermedad.

Si el apéndice se abre (se rompe), usted puede tener menos dolor por un corto tiempo y puede sentirse mejor; sin embargo, el dolor pronto empeora y usted se siente más enfermo.

Con el correr de las horas y el avance de la enfermedad el dolor se va localizando lentamente en la zona derecha baja del abdomen, llamada fosa ilíaca derecha. En ese momento comienza a ser más intenso, se mantienen las nauseas, los vómitos y se puede sumar fiebre. Allí es cuando el cuadro clínico es más claro y se puede sospechar la apendicitis.

Población de riesgo

Jóvenes desde la edad pediátrica hasta los 20 años, y adultos a partir de los 70 años. En las personas mayores el cuadro es más complejo de diagnosticar ya que tienen menos dolor y los síntomas son menos específicos.

El dolor puede empeorar al caminar, toser o hacer movimientos súbitos. Los síntomas tardíos abarcan:

Parte 1 de 2: Verifica tus síntomas

1 Observa los síntomas comunes de la apendicitis

El síntoma más común es un dolor abdominal leve cerca del ombligo que irradia o cambia cerca de la parte baja del abdomen del lado derecho. No todas las personas experimentan todos estos síntomas, pero si verificas que tienes varios de ellos, podría ser el momento de ir al hospital. Deberás comunicarte con tu doctor o ir al hospital apenas los identifiques.

Retrasar el proceso solo hará que haya más probabilidades de que se rompa el apéndice y pondrás tu vida en peligro.

Los síntomas suelen ocurrir durante un período de 12 a 18 horas, pero también duran hasta 1 semana y luego se vuelven muy graves muy rápidamente.

Los síntomas incluyen:

Pérdida del apetito

Problemas estomacales como náuseas, diarrea y estreñimiento, especialmente si va acompañado de vómitos.

Fiebre: si tu temperatura es de 40 °C (103 °F) o más, ve al hospital de inmediato. Si es de 38 °C (102 °F) pero experimentas otros síntomas, ve al hospital lo antes posible. Otro síntoma es la fiebre baja de 37 °C (99 °F).

Escalofríos y temblores

Dolor de espalda

Incapacidad para expulsar gases

Tenesmo rectal (la sensación de que una evacuación intestinal aliviará las molestias)

Muchos de estos síntomas son similares a la gastroenteritis viral. La diferencia es que el dolor es general y no específico como en la gastroenteritis.

2  Mantente alerta a los síntomas menos comunes de la apendicitis

Además de los síntomas anteriores, también podrías experimentar ciertos síntomas que comúnmente se asocian menos con la apendicitis. La apendicitis se produce con más frecuencia en las personas entre las edades de 10 y 30. Es posible que a los niños menores de 10 años y a las mujeres menores de 50 les cueste más identificar los síntomas tradicionales.

 Los siguientes síntomas son algunos de los menos comunes que deberás tener en cuenta:

Dolor al orinar

Vómitos antes de que comience el dolor abdominal.

Dolor agudo o leve en el recto, en la espalda o en la parte superior o inferior del abdomen.

3 Presta atención a los dolores abdominales. 

En la mayoría de los adultos, el apéndice puede ser localizado en el lado inferior derecho del abdomen por lo general un tercio del camino entre el ombligo y el hueso de la cadera. Ten en cuenta que esta ubicación puede ser diferente para las mujeres embarazadas. Busca una especie de "camino". El dolor asociado con la apendicitis por lo general comienza alrededor del ombligo y se traslada a la parte inferior derecha del abdomen, justo por encima del hueso de la cadera. Las siguientes son algunas maneras de verificar si hay dolor abdominal:

En los adultos, los síntomas de la apendicitis pueden empeorar entre 4 a 48 horas. Luego, si se le diagnostica apendicitis, se considera una emergencia médica.

4 Presiona tu abdomen. 

Si sientes demasiado dolor incluso al solo tocarlo, sobre todo en la parte inferior derecha, llama a un médico. También es posible que sientas sensibilidad en la parte inferior del abdomen al presionarlo.

Determina si tienes dolor de rebote. Si presionas en la parte inferior derecha del abdomen y sientes un dolor agudo cuando lo sueltas rápidamente, entonces es posible que tengas apendicitis.


5 Observa si hay firmeza

Al presionar tu abdomen, ¿sientes que tu dedo se puede hundir un poco? ¿O tu abdomen está firme y duro de forma inusual? Si notas que está firme o duro, es posible que esté inflamado, lo cual es otro síntoma de la apendicitis.

Si tienes dolor abdominal, pero no va acompañado de náuseas ni hay disminución del apetito, es posible que no sea una apendicitis. Hay muchos dolores abdominales que no son motivo suficiente para ir a la sala de emergencias. En caso de duda llama o visita a tu médico en caso de cualquier dolor abdominal que dure más de 3 días.

6 Trata de ponerte de pie y de caminar. 

Si no puedes hacerlo sin sentir dolor severo, es posible que tengas apendicitis. Además, es posible que encuentres alivio al acostarte sobre tu costado y acurrucarte en posición fetal.

Determina si el dolor empeora si haces movimientos bruscos o al toser.






7 Ten presente las diferencias de los síntomas en las mujeres embarazadas y los niños. 

En las mujeres embarazadas, el dolor puede localizarse en diferente lugar debido a que el apéndice está más elevado cuando la mujer está embarazada. En niños de 2 años o menos, el dolor en el abdomen por lo general es más abajo acompañado de vómitos e hinchazón del vientre. Los niños pequeños con apendicitis a veces tienen problemas para comer y pueden parecer somnolientos de forma inusual. Es posible que hasta se nieguen a comer sus meriendas favoritas y muchas veces ni siquiera se interesarán en ellas en lo absoluto.

En los niños mayores, el dolor es similar al dolor de los adultos en cuanto a su ubicación: se inicia en el ombligo y se desplaza hacia el cuadrante inferior derecho del abdomen. El dolor no mejora si el niño se acuesta, pero puede empeorar si el niño se mueve.


Parte 2 de 2: Busca atención médica

1 Evita los medicamentos hasta que recibas un tratamiento.

 Si crees que los síntomas pueden ser de apendicitis, entonces será importante no empeorar la situación mientras esperas recibir el tratamiento. Deberás evitar lo siguiente mientras esperas que te atiendan:

No tomes laxantes ni analgésicos. Los laxantes pueden irritar aún más los intestinos y los medicamentos pueden hacer más difícil identificar si el dolor abdominal se agrava.

No tomes antiácidos. Pueden empeorar el dolor asociado con la apendicitis.

No utilices compresas calientes, ya que podrían reventar el apéndice inflamado.

No comas ni bebas nada antes de que te examinen

Si el apéndice estalla en el niño, se observa fiebre alta.

2 Ve a la sala de emergencias. 

Si estás razonablemente seguro de que tienes apendicitis, no saques una cita con el doctor por teléfono para verlo otro día de la semana. Ve a un hospital lo antes posible. La apendicitis podría poner tu vida en riesgo si llega a romperse por no haber buscado tratamiento.

Empaca algunas cosas que tengas a la mano como pijamas frescas y tu cepillo de dientes. Si tienes apendicitis, te operarán y pasarás la noche allí.

El diagnóstico inicialmente se lleva a cabo mediante la sospecha clínica, con el examen físico y la revisión del abdomen del paciente.

Es conveniente que el paciente sea revisado por un profesional que esté habituado a evaluar abdómenes. Si hay sospecha de apendicitis se pide una consulta con el cirujano para que lo evalúe.

Luego se solicitan estudios complementarios para que el diagnóstico sea más certero, como laboratorio y ecografía de abdomen. Si el cuadro es muy extraño se puede solicitar una tomografía de abdomen.


3 Describe tus síntomas en la sala de emergencias. 

Prepárate para el triaje (proceso de evaluación). Cuando vayas a la sala de emergencias, explícale tus síntomas a la enfermera de triaje y dile que sospechas que tienes apendicitis. Luego, te pondrán en una lista de pacientes que necesitan atención según la gravedad de las lesiones. Esto significa que si alguien entra en la sala de emergencias con una lesión en la cabeza, es posible que tengas que esperar un poco.

No te asustes si tienes que esperar. Una vez que estés en el hospital, estarás mucho más seguro que si estuvieras en casa, incluso si el apéndice se rompe en la sala de espera, podrán llevarte a la sala de operaciones rápidamente. Trata de tener paciencia y deja de pensar en el dolor.

4 Ten en cuenta lo que te harán durante el examen. 

Cuando veas al médico, él o ella te examinarán para detectar señales de apendicitis. Infórmarles sobre posibles anomalías digestivas (como estreñimiento o vómitos) y trata de decirle cuándo notaste por primera vez el dolor. El doctor te examinará para ver si nota síntomas de apendicitis.

Ten presente que hará presión con los dedos. Luego ejercerá presión en la parte baja del abdomen y lo hará con fuerza. Él o ella comprobarán si tienes una peritonitis o alguna infección debido a la rotura del apéndice. Si tienes peritonitis, tendrás espasmos en los músculos abdominales al presionar. El médico también podría realizar un examen rectal rápido.

5 Espera que te hagan pruebas adicionales. 

Las pruebas de laboratorio y de imágenes son importantes para el diagnóstico oficial de la apendicitis. Los posibles exámenes incluyen:

Examen de sangre: este permitirá identificar un alto recuento de glóbulos blancos, lo cual es una señal de infección, incluso antes de que se observe una temperatura de bajo grado. El análisis de sangre también mostrará si hay un desequilibrio de electrolitos y deshidratación, lo cual también puede causar dolor. El médico también puede realizar una prueba de embarazo para descartar la posibilidad en una mujer.

Análisis de orina: la orina mostrará una posible infección de las vías urinarias o cálculos renales, lo cual también puede presentar dolor abdominal en algunas ocasiones.

Ultrasonido: el ultrasonido de abdomen mostrará si hay una obstrucción en el apéndice, una ruptura del apéndice, inflamación del apéndice u otra razón para el dolor abdominal. El ultrasonido es la forma más segura de radiación y por lo general es el primer recurso para tomar imágenes.

Resonancia magnética: la resonancia magnética se utiliza para hacer una imagen más detallada de los órganos internos sin necesidad de utilizar una placa de rayos X. Es probable que sientas un poco de claustrofobia en la máquina de resonancia magnética, porque es un espacio reducido. Muchos médicos pueden pedir que se administre un sedante suave para ayudar a aliviar la ansiedad. También mostrará los mismos signos que un ultrasonido, pero todo se verá un poco más cerca.

Tomografía computarizada: la tomografía computarizada utilizará una radiografía con tecnología informática para mostrar imágenes. Te darán una solución para beber. Si no vomitas la solución, te podrás acostar sobre la mesa para hacer la prueba. Es un procedimiento muy rápido y no da claustrofobia como la máquina de resonancia magnética. Esta prueba también mostrará los mismos signos de inflamación, explosión u obstrucción del apéndice y se utiliza con mayor frecuencia.

La mayoría de las veces, un cirujano extirpará el apéndice tan pronto como se realice el diagnóstico.

Si una tomografía computarizada muestra que usted tiene un absceso, lo pueden tratar primero con antibióticos.

El tratamiento habitualmente es quirúrgico. En algunos  casos la cirugía se hace por vía laparoscópica, es decir, a través de pequeños agujeros en los cuales se introduce una cámara de video en la cavidad abdominal y, si se confirma el diagnóstico de apendicitis, se lo extirpa. A usted le extirparán el apéndice después de que la infección y la inflamación hayan desaparecido.

Realizarlo por vía laparoscópica implica menor dolor posoperatorio y menores posibilidades de infecciones, ya que son heridas muy pequeñas. Gracias a esta técnica la recuperación también es mucho más rápida y se puede reiniciar la actividad física con mayor celeridad. La mayoría de los pacientes están sólo 24 horas internados.

Los exámenes utilizados para diagnosticar la apendicitis no son perfectos. En consecuencia, la operación puede mostrar que su apéndice está normal. En este caso, el cirujano lo extirpará y explorará el resto del abdomen para buscar otras causas del dolor.

6 Sométete a una apendicectomía. 

Tu médico podría determinar que tienes apendicitis. La única cura para la apendicitis es extirpar el apéndice por medio de una cirugía llamada “apendicectomía”. La mayoría de los cirujanos prefieren la cirugía laparoscópica, lo que deja menos cicatriz, en lugar de una apendicectomía abierta.

Si tu médico considera que no necesitas cirugía, es posible que te envíe a casa y te pida que estés “de guardia” de 12 a 24 horas. Durante ese tiempo, no deberás tomar antibióticos, analgésicos ni laxantes. En este caso, deberás comunicarte con tu médico si las cosas empeoran. Es posible que tengas que volver con una muestra de orina. Cuando regreses a que te examine de nuevo, deberás asegurarte de no comer ni beber nada, sino causaría problemas si necesitas someterte a una cirugía.

7 Tómate un tiempo para recuperarte.

 Las apendicectomías modernas son casi nada invasivas y es posible que puedas volver a tu vida normal con pocas complicaciones o ninguna. Sin embargo, sigue siendo una cirugía, por lo que deberás cuidarte. Tendrás que hacer lo siguiente para ponerte en forma después de la cirugía:

Vuelve a comer alimentos sólidos poco a poco. Debido a que acabas de tener una cirugía en el tracto digestivo, tómalo con calma y los primeros días come por ejemplo avena, plátanos, gelatina y sopa. Lleva la misma dieta que cuando te recuperas de la gripe o solo come estos alimentos: plátanos, arroz, puré de manzana y tostadas.

No te esfuerces demasiado. Tómalo como una excusa para recostarte en el sofá y ver películas durante unos días.

Llama a tu médico si notas cualquier problema. Si tienes los siguientes síntomas, deberás llamar a tu médico: dolor, vómitos, mareos, sensación de debilidad, fiebre, diarrea, sangre en la orina o en las heces y estreñimiento. Cualquier síntoma de apendicitis después de haber extraído el apéndice debe ser motivo para llamar a tu médico.

Consejos

Es posible que las personas con afecciones especiales no experimenten los síntomas clásicos de la apendicitis y que solo tengan una sensación general de estar enfermas y no bien del todo. Algunas de dichas afecciones especiales son:

Obesidad
Diabetes
Pacientes de VIH
Pacientes con cáncer o de quimioterapia
Pacientes con órganos trasplantados
Embarazo (el riesgo es mayor durante el tercer trimestre)
Bebés y niños pequeños
Ancianos


También hay una afección llamada “cólico apendicular”

Según la página de salud del hospital de niños de Cincinnati, los cólicos severos del abdomen son causados por espasmos o contracciones del apéndice. Esto puede ser debido a una obstrucción, un tumor, a algún tejido de cicatrización o alguna materia extraña.

 Por lo general, los médicos no aceptaban que un apéndice pudiera “gruñir”. El dolor puede ocurrir durante períodos prolongados de tiempo y puede aparecer y desaparecer. La afección puede ser difícil de diagnosticar, pero con el tiempo podría pasar a ser una apendicitis aguda.

Advertencias

Si sospechas que tienes apendicitis, nunca dejes pasar el tiempo para buscar atención médica. La ruptura del apéndice puede ser mortal. Si vas a emergencias y te envían a casa sin tratamiento, asegúrate de que te examinen de nuevo si los síntomas empeoran. 

No es inusual que los síntomas evolucionen con el tiempo hasta que sea necesario operar.

Retrasar el tratamiento médico también podría causar que uno tenga que llevar una bolsa de colostomía por varios meses o por el resto de la vida.

Recomendaciones ante el dolor

Ante una apendicitis, el sentido común del paciente le hará notar que el dolor no va a pasar rápidamente, ya que los síntomas son distintos a los del típico malestar abdominal. El primer signo de atención es que luego de 12 horas no calma.

En estos casos es conveniente consultar a una guardia lo antes posible, debido a que si uno empieza a tomar algún analgésico para calmar el dolor el cuadro probablemente quede enmascarado y el diagnóstico resulte tardío.

Retrasar el diagnóstico es muy peligroso ya que la evolución de la apendicitis puede hacer que el apéndice se termine perforando, generando una peritonitis y un cuadro infeccioso más complicado para el paciente.


FUENTE: Medlineplus // Hospital Alemán // wikihow





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